sábado, 30 de agosto de 2008

En las sombras del agua...

Es la sombra del agua
y el eco de un suspiro,
rastro de una mirada,
memoria de una ausencia,
desnudo de mujer detrás de un vidrio.

Está encerrada, muerta -dedo
del corazón, ella es tu anillo-,
distante del misterio,
fácil como un niño.

Gotas de luz llenaron
ojos vacíos,
y un cuerpo de hojas y alas
se fue al rocío.

Tómala con los ojos,
llénala ahora, amor mío.
Es tuya como de nadie
tuya como el suicidio.

Piedras que hundí en el aire,
maderas que ahogué en el río,
ved mi corazón flotando
sobre su cuerpo sencillo.

Jaime Sabines

3 comentarios:

La Luz dijo...

Será que estoy un poco "sombría" o triste, para ser más exactos, pero tood lo que leo me parece gris, triste, doloroso...

Recuerdo que cuenta la leyenda que Nietzsche no quería curarse de su "enfermedad", decía que sus mejores obras habían surgido de cuando peor se sentía.

Ironías de la vida, no?


Un abrazo amiga!

ALF dijo...

Hola, acabo de encontrarme con este blog (vaya a saber por qué...) y de verdad me ha gustado mucho. Felicitaciones Alba, porque tus escritos de verdad me inspiran una cierta tranquilidad.

En fin, me limitaré a seguir leyendo...

Saludos a todos :)

Rossa dijo...

Lucecita un abrazo amiga...Mis dìas grises los lleno de lucecitas como la tuya.

Leòn:Los caminos que se cruzan son siempre asì uno no sabe el porquè...Eres siempre bienvenido.