martes, 29 de abril de 2008

Igual que la noche....




Igual que la noche de la embriaguez,
igual fue la vida.
¿Qué hice?, ¿que tengo entre las manos?
Sólo desear, desear, desear,
ir detrás de los sueños
igual que un perro ciego ladrándole a los ruidos.

Jaime Sabines.


Persiguiendo nuestros sueños,abrazando nuestros deseos,
Viviendo la vida.

lunes, 28 de abril de 2008

Desde que me perdì en tus ojos...


desde que me perdí en tus ojos
aire soy,y como tal me veo
tiempo pasado , atrás lo dejo.
Ando enamorado,roído por tus besos
ardo en la luz empática del momento
acaricio el sol, proyectado en el espejo
desde que me perdí en tus ojos
soy tus ojos,
tan sedientos de verdad y caricia
soy ese aire que respiras
en tu palpitar incruento
desde que me perdí en tus ojos
soy mirada .cálida risa. cuento,
verdad a medias, saliva cargada de beso,
desde que me licué en tus ojos
soy silencio impregnado de amor, de momentos,
desde que me perdi en tus ojos
me siento caricia
y verso.

Lorenzo Anadon
Alquimista

Admiradora de sus letras,de su sentir a travès de las palabras comparto su momento con mi propio sentir...Gracias Lorenzo.

viernes, 25 de abril de 2008

M historia contigo....



la escribo dìa a dìa,te descubro en el espacio compartido donde la caricia y la cercanìa de dos cuerpos conversan amenamente y nosotros en silencio nos amamos.Te descubro en el abrazo total que nos damos,con la mirada,con el alma ,con el cuerpo.Con la incertidumbre y la increìble fascinaciòn que nos embruja y nos mantiene unidos.
Escribo mi historia contigo con la intensidad de un amor encontrado sin querer y la increìble certeza de un encuentro por azares de la vida que ni tu ni yo buscamos.

Tu mirada en la mìa,tu mano en la mìa,presentandote y dandome tu nombre, tan caballero como siempre...
Mi vida, temblabas y tus manos ligeramente sudorosas;y aùn lo debatimos si era por nervios del encuentro casual o la excitaciòn de lo inesperado...Y yo? Curiosa.
Y nos descubrimos. Un cafè,un nùmero telefònico,horas y horas de conversaciòn;nuestras realidades,nuestros fracasos,nuestros sueños y con la madurez de nuestros años empezamos una relaciòn que nos ha sorprendido.

Estamos aquì.Escribiendo una historia de amor...
Quièn lo dirìa!

Y el final?...Ese, a estas alturas de la vida,ya no importa!

jueves, 24 de abril de 2008

EL MUNDO

Un hombre del pueblo Neguá, en la costa de Colombia, pudo subir al alto cielo.

A la vuelta, contó. Dijo que había contemplado, desde allá arriba, la vida humana. Y dijo que somos un mar de fueguitos.

El mundo es eso- reveló-. Un montón de gente, un mar de fueguitos.

Cada persona brilla con luz propia entre todas las demás. No hay dos fuegos iguales. Hay fuegos grandes y fuegos chicos y fuegos de todos los colores. Hay gente de fuego sereno, que ni se entera del viento, y gente de fuego loco, que llena el aire de chispas.

Algunos fuegos, fuegos bobos, no alumbran ni queman; pero otros arden la vida con tantas ganas que no se puede mirarlos sin parpadear, y quien se acercan, se enciende.

(El libro de los abrazos)

Eduardo Galeano.

martes, 22 de abril de 2008



En esta noche
te espero...
abrazando la luna
lànguida y plateada
Te espero
lunàtica y hùmeda,
Pecadora y virgen,
atrincherada,
aguerrida,
voluptuosa y sedienta
Te espero...
Arañando el silencio
insensata,
callada,
voluble,
llorosa,
intensa,
cuerda,
pacìfica,
desordenada,
estremecida,
acariciando el recuerdo
de tu piel en mi piel,
de tu boca en mi boca,
loca,
tumultuosa,
amorosa,
apasionada
dulcemente
te espero...

Y llegaste.

lunes, 21 de abril de 2008

Un cuento sin tìtulo...

No conozco el autor,ni el tìtulo,ni nunca lo habìa escuchado antes,me lo platicaron hace unos dìas.
Si alguien sabe el origen agadecere algùn comentario para hacerle honor a quien honor merece.

Un hombre vivìa con su familia.Esposa,su hijo y su anciano padre.Vivìan con los altibajos de la vida (como todos).Un dìa la mujer harta de atender al viejo anciano,
le reclamo airada a su marido:
-Estoy harta de cuidar a tu padre.Haber si haces algo al respecto.
Despuès de mucha discusiòn decidieron mandarlo al granero.Juan (lo llamaremos asì) llamo a su hijo y le dijo:
-Ayuda a tu abuelo a llevar todas sus cosas al granero,ya no vivira màs en esta casa,
es una carga muy pesada para mì y tu madre.
El muchacho aùn un adolescente,miro a su padre y obedecio.
El pobre viejo viviò en el granero por algùn tiempo,su alimento lo llevaba su nieto.
Asì paso algùn tiempo, hasta que la esposa de Juan empezò a quejarse otra vez.
-No hay diferencia sigue siendo tu padre una carga muy pesada para nosotros el mantenerlo,haz algo!
-Juan sin una pizca de compasiòn decidio echar a su padre del hogar,del granero,de su vida.Fue con su hijo y le dijo:
-Ayuda a empacar a tu abuelo se irà de la casa para siempre,pero antes dale la cobija con que se ha cubierto del frìo para que no lo padezca a la interperie.
El hijo miro a su padre y obedeciò sin decir palabra.
Ayudo a su anciano abuelo a empacar pero no le dio la cobija como le habìa dicho Juan sino que la partio en dos y sòlo le dio la mitad.El viejo se fue.
Juan,màs tarde se acerco al granero para cerciorarse que sus ordenes habìan sido cumplidas,grande fue su sorpresa al ver la mitad de la cobija.
Fue en busca de su hijo al cual le reclamo:
Te dije que le dieras la cobija a tu abuelo!Porquè sòlo le has dado la mitad?
A lo que su hijo le respondiò:
-Guarde la otra mitad padre para cuando llegue el momento que usted se vaya.

FIN.

Mi propia reacciòn al respecto:La ingratitud es muy triste,nunca hay que ejercerla.

La reacciòn de la historia:
de mijo: Muy triste pero educativa
de un amigo: Con la vara que mides seràs medido
de mi madre: la misma.

Cual es la tuya?

martes, 15 de abril de 2008

Polvo y recuerdos...




Un fin de semana lleno de polvo.Un pantalón cómodo y camiseta sin color definido...Agradable sentir el sol a pesar del viento ligeramente frío que estremece muy a pesar de la actividad.Entre cachorros jugando pelota y el viejo Lucy tratando de estar a la par,Helena la ayudante oficial y Cassandra una muy buena supervisora (aún estamos tratando de descifrar sus ordenes)la familia toda en actividad relajada.
Libros y mas libros,viejos libros, todos llenos de memorias de un pasado ya ido,compartiendo sus portadas con el polvo del olvido.
Una rosa seca entremedio del principito cae al suelo muerta y deshojada,no tengo corazón para tirar sus hojas color escarlata que no ha perdido a pesar de estar sin vida y compasivamente en honor de lo que significo un día,recogí sus hojas que ahora yacen en una pequena cajita labrada de madera.
Y entre tanto libros encontre guardada una profesión nunca litigada..
no la guarde,la puse a un lado,ha llegado ya su tiempo de desempolvarla de tanto olvido.
Un cajón repleto de información en diskettes,libros,fotos,poemas,historias,
en fin;es en otras palabras la colección de una persona que se maravillo con el descubrimiento de la internet hace algun tiempo y quiso guardar en su momento todo el maravilloso asombro que le causo este mundo nuevo;no pude menos que sonreír algo así como encontrarme con el juguete favorito de un niño(bueno en este caso de una niña).
El principito le ha llamado la atención,le sacudimos el polvo y lo empezamos a hojear, a Helena le brillan los ojitos con semejante hallazgo,alcanza a ver un dibujo ...!Mira tía es un elefante...! y le empiezo a leer:
"En tu tierra-dijo el principito-los hombres cultivan cinco mil rosas en un mismo jardín y no encuentran lo que buscan -sin embargo lo que buscan podría encontrarse en una sola rosa o en un poco de agua...
-pero los ojos están ciegos.Es necesario buscar con el corazón"
Lo cierro.
Tenga mi niña este libro es para usted...Lo toma, me regala un beso en la mejilla y se aleja corriendo (toda polveada como la tìa)mientras grita :Mira papi mi tìa me regalo un precioso libro! (Ah!en estos momentos de su vida,precioso es su palabra favorita).
Todo a quedado en su lugar,en el nuevo librero lucen relucientes quizas un par de cienes de libros...En otro estante reluce pulcra la colección de películas en el viejo formato VHS,y en un baúl muy antiguo quedaron los recuerdos (a ellos, !Imposible desempolvarlos)!

domingo, 13 de abril de 2008

Y tú...




Corazón que tiritas
apesumbrado ante la vida,
tu sangre viva
tu sangre revolcada
en el dolor.
Viertèla en la marea
limpiala en la sal,
en la espuma de la ola,
juega con algas,arena
y caracolas.
Vierte tu sangre y pena
con el viento,
deja que tierno la disipe
cuando acaricia tu pelo
y en un momento dulce y sútil
de lánguido abandono:
Simplemente deja
que te acaricie el alma.
Viertete sangre
con la brisa,
con el canto del ave y
el suave aroma en el jardín
a romero,rosa y jasmín.
Deja que que al alba
entre nubes se vaya la bruma,
vierte corazón la pena
que te abruma,con el cielo,
su luna y su sol.
Vierte tu sangre
con la luz de una cálida mirada
y la melancolía de una sonrisa,
viertete...
viertete...
Y en un màgico conjuro
vierte tu alma,corazón y sangre
con la vida.

jueves, 10 de abril de 2008

EL CUERVO




"El cuervo, se posa en tu tumba
vida mìa,extiende sus alas
en postrer adiòs
vuela,vuela,cuervo mìo
alcanza a mi niño
y vuela muy alto
vuela con èl".
Era el autor predilecto de mi hijo
y "El cuervo" era el favorito,entre todos
sus cuentos y poemas...
para Renè con amor
feliz cumpleaños,mi vida!
In Memoriam.
Alba



EL CUERVO
Edgar Allan Poe
(Boston, 1809 - Baltimore, 1849)



Una vez, al filo de una lúgubre media noche,
mientras débil y cansado, en tristes reflexiones embebido,
inclinado sobre un viejo y raro libro de olvidada ciencia,
cabeceando, casi dormido,
oyóse de súbito un leve golpe,
como si suavemente tocaran,
tocaran a la puerta de mi cuarto.
“Es —dije musitando— un visitante
tocando quedo a la puerta de mi cuarto.
Eso es todo, y nada más.”

¡Ah! aquel lúcido recuerdo
de un gélido diciembre;
espectros de brasas moribundas
reflejadas en el suelo;
angustia del deseo del nuevo día;
en vano encareciendo a mis libros
dieran tregua a mi dolor.
Dolor por la pérdida de Leonora, la única,
virgen radiante, Leonora por los ángeles llamada.
Aquí ya sin nombre, para siempre.

Y el crujir triste, vago, escalofriante
de la seda de las cortinas rojas
llenábame de fantásticos terrores
jamás antes sentidos. Y ahora aquí, en pie,
acallando el latido de mi corazón,
vuelvo a repetir:
“Es un visitante a la puerta de mi cuarto
queriendo entrar. Algún visitante
que a deshora a mi cuarto quiere entrar.
Eso es todo, y nada más.”

Ahora, mi ánimo cobraba bríos,
y ya sin titubeos:
“Señor —dije— o señora, en verdad vuestro perdón
imploro,
mas el caso es que, adormilado
cuando vinisteis a tocar quedamente,
tan quedo vinisteis a llamar,
a llamar a la puerta de mi cuarto,
que apenas pude creer que os oía.”
Y entonces abrí de par en par la puerta:
Oscuridad, y nada más.

Escrutando hondo en aquella negrura
permanecí largo rato, atónito, temeroso,
dudando, soñando sueños que ningún mortal
se haya atrevido jamás a soñar.
Mas en el silencio insondable la quietud callaba,
y la única palabra ahí proferida
era el balbuceo de un nombre: “¿Leonora?”
Lo pronuncié en un susurro, y el eco
lo devolvió en un murmullo: “¡Leonora!”
Apenas esto fue, y nada más.

Vuelto a mi cuarto, mi alma toda,
toda mi alma abrasándose dentro de mí,
no tardé en oír de nuevo tocar con mayor fuerza.
“Ciertamente —me dije—, ciertamente
algo sucede en la reja de mi ventana.
Dejad, pues, que vea lo que sucede allí,
y así penetrar pueda en el misterio.
Dejad que a mi corazón llegue un momento el silencio,
y así penetrar pueda en el misterio.”
¡Es el viento, y nada más!

De un golpe abrí la puerta,
y con suave batir de alas, entró
un majestuoso cuervo
de los santos días idos.
Sin asomos de reverencia,
ni un instante quedo;
y con aires de gran señor o de gran dama
fue a posarse en el busto de Palas,
sobre el dintel de mi puerta.
Posado, inmóvil, y nada más.

Entonces, este pájaro de ébano
cambió mis tristes fantasías en una sonrisa
con el grave y severo decoro
del aspecto de que se revestía.
“Aun con tu cresta cercenada y mocha —le dije—,
no serás un cobarde,
hórrido cuervo vetusto y amenazador.
Evadido de la ribera nocturna.
¡Dime cuál es tu nombre en la ribera de la Noche Plutónica!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Cuánto me asombró que pájaro tan desgarbado
pudiera hablar tan claramente;
aunque poco significaba su respuesta.
Poco pertinente era. Pues no podemos
sino concordar en que ningún ser humano
ha sido antes bendecido con la visión de un pájaro
posado sobre el dintel de su puerta,
pájaro o bestia, posado en el busto esculpido
de Palas en el dintel de su puerta
con semejante nombre: “Nunca más.”

Mas el Cuervo, posado solitario en el sereno busto.
las palabras pronunció, como virtiendo
su alma sólo en esas palabras.
Nada más dijo entonces;
no movió ni una pluma.
Y entonces yo me dije, apenas murmurando:
“Otros amigos se han ido antes;
mañana él también me dejará,
como me abandonaron mis esperanzas.”
Y entonces dijo el pájaro: “Nunca más.”

Sobrecogido al romper el silencio
tan idóneas palabras,
“sin duda —pensé—, sin duda lo que dice
es todo lo que sabe, su solo repertorio, aprendido
de un amo infortunado a quien desastre impío
persiguió, acosó sin dar tregua
hasta que su cantinela sólo tuvo un sentido,
hasta que las endechas de su esperanza
llevaron sólo esa carga melancólica
de ‘Nunca, nunca más’.”

Mas el Cuervo arrancó todavía
de mis tristes fantasías una sonrisa;
acerqué un mullido asiento
frente al pájaro, el busto y la puerta;
y entonces, hundiéndome en el terciopelo,
empecé a enlazar una fantasía con otra,
pensando en lo que este ominoso pájaro de antaño,
lo que este torvo, desgarbado, hórrido,
flaco y ominoso pájaro de antaño
quería decir granzando: “Nunca más.”

En esto cavilaba, sentado, sin pronunciar palabra,
frente al ave cuyos ojos, como-tizones encendidos,
quemaban hasta el fondo de mi pecho.
Esto y más, sentado, adivinaba,
con la cabeza reclinada
en el aterciopelado forro del cojín
acariciado por la luz de la lámpara;
en el forro de terciopelo violeta
acariciado por la luz de la lámpara
¡que ella no oprimiría, ¡ay!, nunca más!

Entonces me pareció que el aire
se tornaba más denso, perfumado
por invisible incensario mecido por serafines
cuyas pisadas tintineaban en el piso alfombrado.
“¡Miserable —dije—, tu Dios te ha concedido,
por estos ángeles te ha otorgado una tregua,
tregua de nepente de tus recuerdos de Leonora!
¡Apura, oh, apura este dulce nepente
y olvida a tu ausente Leonora!”
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta!” —exclamé—, ¡cosa diabolica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio
enviado por el Tentador, o arrojado
por la tempestad a este refugio desolado e impávido,
a esta desértica tierra encantada,
a este hogar hechizado por el horror!
Profeta, dime, en verdad te lo imploro,
¿hay, dime, hay bálsamo en Galaad?
¡Dime, dime, te imploro!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Profeta! —exclamé—, ¡cosa diabólica!
¡Profeta, sí, seas pájaro o demonio!
¡Por ese cielo que se curva sobre nuestras cabezas,
ese Dios que adoramos tú y yo,
dile a esta alma abrumada de penas si en el remoto Edén
tendrá en sus brazos a una santa doncella
llamada por los ángeles Leonora,
tendrá en sus brazos a una rara y radiante virgen
llamada por los ángeles Leonora!”
Y el cuervo dijo: “Nunca más.”

“¡Sea esa palabra nuestra señal de partida
pájaro o espíritu maligno! —le grité presuntuoso.
¡Vuelve a la tempestad, a la ribera de la Noche Plutónica.
No dejes pluma negra alguna, prenda de la mentira
que profirió tu espíritu!
Deja mi soledad intacta.
Abandona el busto del dintel de mi puerta.
Aparta tu pico de mi corazón
y tu figura del dintel de mi puerta.
Y el Cuervo dijo: “Nunca más.”

Y el Cuervo nunca emprendió el vuelo.
Aún sigue posado, aún sigue posado
en el pálido busto de Palas.
en el dintel de la puerta de mi cuarto.
Y sus ojos tienen la apariencia
de los de un demonio que está soñando.
Y la luz de la lámpara que sobre él se derrama
tiende en el suelo su sombra. Y mi alma,
del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo,
no podrá liberarse. ¡Nunca más!

LA VERSION ORIGINAL:

The Raven

Edgar Allan Poe

Once upon a midnight dreary, while I pondered, weak and weary,
Over many a quaint and curious volume of forgotten lore,
While I nodded, nearly napping, suddenly there came a tapping,
As of some one gently rapping, rapping at my chamber door.
"'Tis some visitor," I muttered, "tapping at my chamber door,
Only this and nothing more."

Ah, distinctly I remember it was in the bleak December,
And each separate dying ember wrought its ghost upon the floor.
Eagerly I wished the morrow; vainly I had sought to borrow
From my books surcease of sorrow, sorrow for the lost Lenore,
For the rare and radiant maiden whom the angels name Lenore,
Nameless here for evermore.

And the silken sad uncertain rustling of each purple curtain
Thrilled me, filled me with fantastic terrors never felt before;
So that now, to still the beating of my heart, I stood repeating
"'Tis some visitor entreating entrance at my chamber door,
Some late visitor entreating entrance at my chamber door;
This it is and nothing more."

Presently my soul grew stronger; hesitating then no longer,
"Sir," said I, "or Madam, truly your forgiveness I implore;
But the fact is I was napping, and so gently you came rapping,
And so faintly you came tapping, tapping at my chamber door,
That I scarce was sure I heard you", here I opened wide the door,
Darkness there and nothing more.

Deep into that darkness peering, long I stood there wondering, fearing,
Doubting, dreaming dreams no mortals ever dared to dream before;
But the silence was unbroken, and the stillness gave no token,
And the only word there spoken was the whispered word, "Lenore?"
This I whispered, and an echo murmured back the word, "Lenore!",
Merely this and nothing more.

Back into the chamber turning, all my soul within me burning,
Soon again I heard a tapping something louder than before.
"Surely," said I, "surely that is something at my window lattice;
Let me see, then, what thereat is and this mystery explore,
Let my heart be still a moment and this mystery explore;
'Tis the wind and nothing more."

Open here I flung the shutter, when, with many a flirt and flutter,
In there stepped a stately Raven of the saintly days of yore.
Not the least obeisance made he; not a minute stopped or stayed he,
But, with mien of lord or lady, perched above my chamber door,
Perched upon a bust of Pallas just above my chamber door,
Perched, and sat, and nothing more.

Then the ebony bird beguiling my sad fancy into smiling,
By the grave and stern decorum of the countenance it wore,
"Though thy crest be shorn and shaven, thou," I said, "art sure no craven,
Ghastly grim and ancient Raven wandering from the Nightly shore,
Tell me what thy lordly name is on the Night's Plutonian shore!"
Quoth the Raven, "Nevermore."

Much I marvelled this ungainly fowl to hear discourse so plainly,
Though its answer little meaning, little relevancy bore;
For we cannot help agreeing that no living human being
Ever yet was blessed with seeing bird above his chamber door,
Bird or beast upon the sculptured bust above his chamber door,
With such name as "Nevermore."

But the Raven, sitting lonely on that placid bust, spoke only
That one word, as if its soul in that one word he did outpour
Nothing farther then he uttered; not a feather then he fluttered,
Till I scarcely more than muttered: "Other friends have flown before,
On the morrow he will leave me, as my Hopes have flown before."
Then the bird said "Nevermore."

Startled at the stillness broken by reply so aptly spoken,
"Doubtless," said I, "what it utters is its only stock and store,
Caught from some unhappy master whom unmerciful Disaster
Followed fast and followed faster till his songs one burden bore,
Till the dirges of his Hope that melancholy burden bore
Of 'Never, nevermore.'"

But the Raven still beguiling all my sad soul into smiling,
Straight I wheeled a cushioned seat in front of bird and bust and door;
Then, upon the velvet sinking, I betook myself to linking
Fancy unto fancy, thinking what this ominous bird of yore,
What this grim, ungainly, ghastly, gaunt, and ominous bird of yore
Meant in croaking "Nevermore."

This I sat engaged in guessing, but no syllable expressing
To the fowl whose fiery eyes now burned into my bosom's core;
This and more I sat divining, with my head at ease reclining
On the cushion's velvet lining that the lamp-light gloated o'er,
But whose velvet violet lining with the lamp-light gloating o'er
She shall press, ah, nevermore!

Then, methought, the air grew denser, perfumed from an unseen censer
Swung by Seraphim whose foot-falls tinkled on the tufted floor.
"Wretch," I cried, "thy God hath lent thee, by these angels he hath sent thee
Respite, respite and nepenthe from thy memories of Lenore!
Quaff, oh quaff this kind nepenthe and forget this lost Lenore!"
Quoth the Raven, "Nevermore."

"Prophet!" said I, "thing of evil! prophet still, if bird or devil!
Whether Tempter sent, or whether tempest tossed thee here ashore,
Desolate, yet all undaunted, on this desert land enchanted,
On this home by Horror haunted, tell me truly, I implore,
Is there... is there balm in Gilead? tell me, tell me, I implore!"
Quoth the Raven, "Nevermore."

"Prophet!" said I, "thing of evil! prophet still, if bird or devil!
By that Heaven that bends above us, by that God we both adore,
Tell this soul with sorrow laden if, within the distant Aidenn,
It shall clasp a sainted maiden whom the angels name Lenore,
Clasp a rare and radiant maiden whom the angels name Lenore."
Quoth the Raven, "Nevermore."

"Be that our sign of parting, bird or fiend!" I shrieked, upstarting,
"Get thee back into the tempest and the Night's Plutonian shore!
Leave no black plume as a token of that lie thy soul has spoken!
Leave my loneliness unbroken! quit the bust above my door!
Take thy beak from out my heart, and take thy form from off my door!"
Quoth the Raven, "Nevermore."

And the Raven, never flitting, still is sitting, still is sitting
On the pallid bust of Pallas just above my chamber door;
And his eyes have all the seeming of a demon's that is dreaming
And the lamp-light o'er him streaming throws his shadows on the floor;
And my soul from out that shadow that lies floating on the floor
Shall be lifted... nevermore!

miércoles, 9 de abril de 2008

Deseas que te amen?



¿Deseas que te amen? No pierdas, pues,
el rumbo de tu corazón.
Sólo aquello que eres has de ser
y aquello que no eres, no.
Así, en el mundo, tu modo sutil,
tu gracia, tu bellísimo ser,
serán objeto de elogio sin fin
y el amor... un sencillo deber.

Aquì la versiòn original:

To F--s S. O--d

Thou wouldst be loved?- then let thy heart
From its present pathway part not!
Being everything which now thou art,
Be nothing which thou art not.
So with the world thy gentle ways,
Thy grace, thy more than beauty,
Shall be an endless theme of praise,
And love- a simple duty.

Edgar Allan Poe


La foto fue tomada en Saint Joan de la Vitorrada,Spain.

LUCERO VESPERTINO







Ocurrió una medianoche
a mediados de verano;
lucían pálidas estrellas
tras el potente halo
de una luna clara y fría
que iluminaba las olas
rodeada de planetas,
esclavos de su señora.
Detuve mi mirada
en su sonrisa helada
-demasiado helada para mí-;
una nube le puso un velo
de lanudo terciopelo
y entonces me fijé en ti.
Lucero orgulloso,
remoto, glorioso,
yo siempre tu brillo preferí;
pues mi alma jalea
la orgullosa tarea
que cumples de la noche a la mañana,
y admiro más, desde luego,
tu lejanísimo fuego
que esa otra luz, más fría, más cercana.

La versiòn original:

Evening Star

'Twas noontide of summer,
And mid-time of night;
And stars, in their orbits,
Shone pale, thro' the light
Of the brighter, cold moon,
'Mid planets her slaves,
Herself in the Heavens,
Her beam on the waves.
I gazed awhile
On her cold smile;
Too cold- too cold for me-
There pass'd, as a shroud,
A fleecy cloud,
And I turned away to thee,
Proud Evening Star,
In thy glory afar,
And dearer thy beam shall be;
For joy to my heart
Is the proud part
Thou bearest in Heaven at night,
And more I admire
Thy distant fire,
Than that colder, lowly light.

martes, 8 de abril de 2008

El valle intranquilo





Hubo un tiempo en que el valle sonreía,
silencioso, aunque nadie allí vivía;
su gente había marchado hacia la guerra
confiando el cuidado de esa sierra,
por la noche, a la mirada fiel
de las estrellas desde su azul cuartel
y de día, a los rojos resplandores
del sol que dormitaba entre las flores.
Mas ahora para todo visitante
el valle triste es inquieto e inquietante.
Nada allí se detiene un solo instante...
nada salvo el aire que se cierne
sobre la soledad mágica y perenne.
¡Ah, ningún viento agita los ramajes
que palpitan como el glacial oleaje
en torno a las Hébridas salvajes!
¡Ah, ningún viento empuja el furtivo
manto de nubes que, sin respiro,
surcan durante el día el cielo esquivo
sobre las violetas allí esparcidas
como ojos humanos de mil medidas...!
sobre las ondeantes azucenas
que lloran junto a las tumbas ajenas!
Ondean: y en sus pétalos más tiernos
se juntan gotas de rocío sempiterno.
Lloran: y por sus tallos claudicantes
bajan perennes lágrimas como diamantes.

y la versiòn original:

The Valley of Unrest

Once it smiled a silent dell
Where the people did not dwell;
They had gone unto the wars,
Trusting to the mild-eyed stars,
Nightly, from their azure towers,
To keep watch above the flowers,
In the midst of which all day
The red sunlight lazily lay.
Now each visitor shall confess
The sad valley's restlessness.
Nothing there is motionless-
Nothing save the airs that brood
Over the magic solitude.
Ah, by no wind are stirred those trees
That palpitate like the chill seas
Around the misty Hebrides!
Ah, by no wind those clouds are driven
That rustle through the unquiet Heaven
Uneasily, from morn till even,
Over the violets there that lie
In myriad types of the human eye-
Over the lilies there that wave
And weep above a nameless grave!
They wave:- from out their fragrant tops
Eternal dews come down in drops.
They weep:- from off their delicate stems
Perennial tears descend in gems.

EDGAR ALLAN POE


La foto fue tomada en alguna parte de Extremadura
España.

lunes, 7 de abril de 2008

PAIS DE HADAS....






VALLES de sombra y aguas apagadas
y bosques como nubes,
que ocultan su contorno
en un fluir de lágrimas.
Allí crecen y menguan unas enormes lunas,
una vez y otra vez, a cada instante,
en canto que la noche se desliza,
y avanzan siempre, inquietas,
y apagan el temblor de los luceros
con el aliento de su rostro blanco.
Cuando el reloj lunar señala medianoche,
una luna más fina y transparente
desciende, poco a poco,
con el centro en la cumbre
de una sierra elevada,
y de su vasto disco
se deslizan los velos dulcemente
sobre aldeas y estancias,
por doquier; sobre extrañas
florestas, sobre el mar
y sobre los espíritus que vuelan
y las cosas dormidas:
y todo lo sepultan
en un gran laberinto luminoso.
¡Ah, entonces! ¡Qué profunda
es la pasión que ponen en su sueño!
Despiertan con el día,
y sus lienzos de luna
se ciernen ya en el cielo,
con inquietas borrascas,
y a todo se parecen: más que nada
semejan un albatros amarillo.
Y aquella luna no les sirve nunca
para lo mismo: en tienda
se trocará otra vez, extravagante.
Pero ya sus pedazos pequeñitos
se tornan leve lluvia,
y aquellas mariposas de la Tierra
que vuelan, afanosas del celaje,
y bajan nuevamente,
sin contentarse nunca,
nos traen una muestra,
prendida de sus alas temblorosas.

La versiòn original:

Fairy-Land

Dim vales- and shadowy floods-
And cloudy-looking woods,
Whose forms we can't discover
For the tears that drip all over!
Huge moons there wax and wane-
Again- again- again-
Every moment of the night-
Forever changing places-
And they put out the star-light
With the breath from their pale faces.
About twelve by the moon-dial,
One more filmy than the rest
(A kind which, upon trial,
They have found to be the best)
Comes down- still down- and down,
With its centre on the crown
Of a mountain's eminence,
While its wide circumference
In easy drapery falls
Over hamlets, over halls,
Wherever they may be-
O'er the strange woods- o'er the sea-
Over spirits on the wing-
Over every drowsy thing-
And buries them up quite
In a labyrinth of light-
And then, how deep!- O, deep!
Is the passion of their sleep.
In the morning they arise,
And their moony covering
Is soaring in the skies,
With the tempests as they toss,
Like- almost anything-
Or a yellow Albatross.
They use that moon no more
For the same end as before-
Videlicet, a tent-
Which I think extravagant:
Its atomies, however,
Into a shower dissever,
Of which those butterflies
Of Earth, who seek the skies,
And so come down again,
(Never-contented things!)
Have brought a specimen
Upon their quivering wings.

EDGAR ALLAN POE

viernes, 4 de abril de 2008

Un sueño en un sueño...





¡Recibe en la frente este beso!
Y, por librarme de un peso
antes de partir, confieso
que acertaste si creías
que han sido un sueño mis días;
¿Pero es acaso menos grave
que la esperanza se acabe
de noche o a pleno sol,
con o sin una visión?
Hasta nuestro último empeño
es sólo un sueño en un sueño.
Me encuentro en la costa frìa
Que agita la mar bravìa,
Oprimiendo entre mis manos,
Como arenas, oro en granos.
¡Que pocos son! Y allì mismo,
De mis dedos al abismo
Se desliza mi tesoro
Mientras lloro, ¡mientras lloro!
¿Evitare ¡ oh Dios ! su suerte
oprimiendolos mas fuertes?
¿ Del vacìo despiadado
Ni uno solo habre salvado ?
¿ Cuanto hay de grande o pequeño
Solo es un sueño en un sueño ?

Esta es la versiòn original:

A Dream Within a Dream

Take this kiss upon the brow!
And, in parting from you now,
Thus much let me avow-
You are not wrong, who deem
That my days have been a dream;
Yet if hope has flown away
In a night, or in a day,
In a vision, or in none,
Is it therefore the less gone?
All that we see or seem
Is but a dream within a dream.

I stand amid the roar
Of a surf-tormented shore,
And I hold within my hand
Grains of the golden sand-
How few! yet how they creep
Through my fingers to the deep,
While I weep- while I weep!
O God! can I not grasp
Them with a tighter clasp?
O God! can I not save
One from the pitiless wave?
Is all that we see or seem
But a dream within a dream?

Edar Allan Poe

ESPIRITUS DE LA NOCHE...





Tu alma, en la tumba de piedra gris
Estará a solas con sus tristes pensamientos.
Ningún ser humano te expiará
A la hora de tu secreto.
¡Permanece callado en esa soledad!
No estás completamente abandonado:
Los espíritus de la muerte en la vida te buscan
Y en la muerte te rodean.

Te cubrirán de sombras, ¡permanece callado!
La noche, primero tan clara, luego se oscurecerá
Y las estrellas no mirarán más la tierra
Desde sus altísimos tronos en el cielo,
Con su luz de esperanza para los mortales.
Pero sus globos rojos apagados,
En tu hastío, tendrán la forma
De un incendio y de una fiebre
Que te poseerán para siempre.
De tu espíritu no podrás desterrar las visiones,
Que ahora no serán rocío sobre la hierba.
La brisa, aliento de Dios, es silenciosa,
Y la niebla sobre la colina,
Oscura, muy oscura, pero inmaculada,
Es un símbolo y una señal.
¡Cómo se extiende sobre los árboles
El misterio de los misterios!.

LA VERSIÒN ORIGINAL:

Spirits of the Dead

Thy soul shall find itself alone
'Mid dark thoughts of the grey tomb-stone;
Not one, of all the crowd, to pry
Into thine hour of secrecy.

Be silent in that solitude,
Which is not loneliness- for then
The spirits of the dead, who stood
In life before thee, are again
In death around thee, and their will
Shall overshadow thee; be still.

The night, though clear, shall frown,
And the stars shall not look down
From their high thrones in the Heaven
With light like hope to mortals given,
But their red orbs, without beam,
To thy weariness shall seem
As a burning and a fever
Which would cling to thee for ever.

Now are thoughts thou shalt not banish,
Now are visions ne'er to vanish;
From thy spirit shall they pass
No more, like dew-drop from the grass.

The breeze, the breath of God, is still,
And the mist upon the hill
Shadowy, shadowy, yet unbroken,
Is a symbol and a token.
How it hangs upon the trees,
A mystery of mysteries!

EDGAR ALLAN POE

jueves, 3 de abril de 2008

Solo




Desde mi hora más tierna no he sido
Como otros fueron, no he percibido
Como otros vieron, no pude extraer
Del mismo arroyo mi placer,
Ni de la misma fuente ha brotado
Mi desconsuelo; no he logrado
Hacer vibrar mi corazón del mismo modo
Y, si algo he amado, lo he amado solo.

Entonces, en mi infancia, en el albor
De una vida tormentosa, del crisol
Del bien y el mal, de su raíz misma
Surgió el misterio que aún me abruma:
Desde el venero o el vado,
Desde el rojo acantilado,
Desde el sol que me envolvía
En Otoño con su pátina bruñida,
Desde el rayo electrizante
Que me rozó, seco y rasante,
Desde el trueno y la tormenta,
Y la nube suave y clara
Que, en el cielo transparente,
Formó un demonio en mi mente.

La versiòn original:

Alone

From childhood's hour I have not been
As others were; I have not seen
As others saw; I could not bring
My passions from a common spring.
From the same source I have not taken
My sorrow; I could not awaken
My heart to joy at the same tone;
And all I loved, I loved alone.
Then- in my childhood, in the dawn
Of a most stormy life- was drawn
From every depth of good and ill
The mystery which binds me still:
From the torrent, or the fountain,
From the red cliff of the mountain,
From the sun that round me rolled
In its autumn tint of gold,
From the lightning in the sky
As it passed me flying by,
From the thunder and the storm,
And the cloud that took the form
(When the rest of Heaven was blue)
Of a demon in my view.

miércoles, 2 de abril de 2008

ESPIRITU DE LOS MUERTOS


I

Tu alma se encontrará sola a sí misma
en medio de oscuros pensamientos de las piedras de la tumba gris.
Nadie, entre toda la multitud, espía
en tu hora de secreto.


II

Sé silencioso en esa soledad,
que no es tristeza de estar solo, pues entonces
los espíritus de la muerte que estuvieron
en la vida antes que tú, están de nuevo
en la muerte a tu alrededor. Y su voluntad
habrá de subyugarte: no te muevas.


III

La noche, aunque clara, fruncirá el ceño,
y las estrellas no mirarán hacia abajo,
desde sus altos tronos en el cielo
con luz como esperanza dada a los mortales.
Pero sus rojos ojos, sin rayo
parecerán para tu cansancio
como una quemadura y una fiebre
que se adheriría a ti para siempre.


IV

Ahora hay pensamientos que tú no prohibirás.
Ahora hay visiones que no desterrarán.
No pasarán de tu espíritu
jamás, como gotas de rocío de la hierba.

V

La brisa, la respiración de Dios, está quieta,
y la niebla sobre la colina
tenebrosa, tenebrosa, todavía intacta,
es un símbolo y una señal
de cómo se sostiene sobre los árboles
un misterio de misterios!


Versiòn original:

1

Thy soul shall find itself alone
'Mid dark thoughts of the grey tomb-stone -
Not one, of all the crowd, to pry
Into thine hour of secrecy:

2

Be silent in that solitude
Which is not loneliness - for then
The spirits of the dead who stood
In life before thee are again
In death around thee - and their will
Shall then overshadow thee: be still. II


3

For the night - tho' clear - shall frown -
And the stars shall look not down,
From their high thrones in the Heaven,
With light like Hope to mortals given -
But their red orbs, without beam,
To thy weariness shall seem
As a burning and a fever
Which would cling to thee for ever :


4

Now are thoughts thou shalt not banish -
Now are visions ne'er to vanish -
From thy spirit shall they pass
No more - like dew-drop from the grass:

5

The breeze - the breath of God - is still -
And the mist upon the hill
Shadowy - shadowy - yet unbroken,
Is a symbol and a token -
How it hangs upon the trees,
A mystery of mysteries! -

EDGAR ALLAN POE

martes, 1 de abril de 2008

A....




Las enramadas donde veo
en sueños, las más variadas
aves cantoras, son labios y son
tus musicales palabras susurradas.

Tus ojos, entronizados en el cielo,
caen al fin desesperadamente
¡oh Dios!, en mi funérea mente
como luz de estrellas sobre un velo.

Oh, tu corazón... suspiro al despertar
y duermo para soñar hasta que raya el día
en la verdad que el oro jamás podrá comprar
y en las bagatelas que sí podría.

Y la versiòn original:

To...

The bowers whereat, in dreams, I see
The wantonest singing birds,
Are lips- and all thy melody
Of lip-begotten words-

Thine eyes, in Heaven of heart enshrined,
Then desolately fall,
O God! on my funereal mind
Like starlight on a pall-

Thy heart- thy heart!- I wake and sigh,
And sleep to dream till day
Of the truth that gold can never buy-
Of the baubles that it may.

EDGAR ALLAN POE