viernes, 5 de junio de 2015

He cerrado mi balcon...

He cerrado mi balcón 
porque no quiero oír el llanto 
pero por detrás de los grises muros
no se oye otra cosa que el llanto.

Hay muy pocos ángeles que canten, 
hay muy pocos perros que ladren, 
mil violines caben en la palma de mi mano. 
Pero el llanto es un perro inmenso,
el llanto es un ángel inmenso, 
el llanto es un violín inmenso, 
las lágrimas amordazan al viento 
y no se oye otra cosa que el llanto

Federico Garcia Lorca