viernes, 31 de agosto de 2012

Y todo paso con nosotros. poesia nahuatl

Lo siguiente es un ejemplo estremecedor de lo que fueron los días del asedio a la Cd. de Tenochtitlan. La ciudad sitiada por los españoles e indígenas enemigos de los aztecas no percibía alimentos y no podía desacerse fácilmente de los muertos ocasionados por la guerra. El agua de la laguna que rodeaba la ciudad estaba ensangrentada y era imposible de consumir... los guerreros diezmados, la población víctima de las enfermedades provocadas por la peste... un panorama desolador... estas eran las imágenes que retrataba la poesía nahua en esta triste tragedia

..."Y todo esto pasó con nosotros. Nosotros lo vimos, nosotros lo admiramos: con esta lamentosa y triste suerte nos vimos angustiados.
En los caminos yacen dardos rotos,
los cabellos están esparcidos.
Destechadas estan las casas,
enrojecidos tienen sus muros.
Gusanos pululan por calles y plazas,
y en las paredes están los sesos.
Rojas están las aguas, están como teñidas,
y cuando las bebimos,
es como si bebiéramos agua de salitre.



Golpeábamos, en tanto, los muros de adobe,
y eran nuestra herencia una red de agujeros.
Con los escudos fue su resguardo,
pero ni con escudos puede ser sostenida su soledad.
Hemos comido palos de colorín (eritrina),
hemos masticado grama salitrosa,
piedras de adobe, lagartijas, ratones,
tierra en polvo, gusanos...





(La visión de los vencidos. Miguel León Portilla. SEP. UNAM. Primera edición. 1959. p. 154