viernes, 18 de enero de 2008

LA NOCHE Y EL LOCO




SOY COMO TÚ, ¡oh Noche!: oscuro y desnudo. Ando por el llameante sendero que se extiende sobre el sueño de mi vida, y doquiera pise mi pie la tierra, brota allí un gigantesco encino.

--No, tú no eres como yo, ¡oh Loco! porque aun miras hacia atrás para ver cuán grande es la huella de tus pies en la arena.

--Soy como tú, ¡oh Noche!: silencioso y profundo y en el corazón de mi soledad hay una diosa en alumbramiento y en el que está naciendo, se tocan el Cielo y el Infierno.

--No, tú no eres como yo, ¡oh Loco! porque aun tiemblas ante el dolor y la canción del abismo te espanta.

--Soy como tú, ¡oh Noche!: salvaje y terrible, porque mis oídos están repletos de gemidos de naciones conquistadas y con suspiros de reinos olvidados.

--No, tú no eres como yo, ¡oh Loco! porque aun tienes por camarada a tu Yo pequeño, y no puedes ser amigo de tu Yo gigante.

--Soy como tú, ¡oh Noche!: cruel y terrible; porque mi pecho está encendido por naves que arden en el mar y mis labios están húmedos con la sangre de los guerreros muertos.

--No, tú no eres como yo, ¡oh Loco! porque aun te domina el deseo de un espíritu hermano, y no has llegado a ser una ley para ti mismo.

--Soy como tú, ¡oh Noche!: Alegre y feliz; porque aquel que habita en mi sombra, está ahora ebrio con vino virgen, y aquella que me sigue peca jubilosamente.

--No, tú no eres como yo, ¡oh Loco! porque tu alma está envuelta en el velo de siete pliegues y no llevas tu corazón en tus manos.

--Soy como tú, ¡oh Noche!: paciente y apasionado; porque en mi pecho, mil amantes muertos están sepultados en sudarios de besos marchitos.

--¡Oh Loco! ¿Eres en verdad, como yo? ¿Eres como yo? ¿Puedes tomar la tempestad por montura y empuñar el relámpago como espada?

--Como tú ¡oh Noche! como tú: alto y poderoso; y mi trono está edificado sobre montones de dioses caídos; y ante mí también pasan los días para besar los bordes de mi vestido, pero jamás para mirarme al rostro.

--¿Eres como yo, oh hijo de mi más oscuro corazón? ¿Y piensas mis indomados pensamientos y hablas mi vasto lenguaje?

--Sí, como hermanos gemelos, ¡oh Noche! porque tú revelas el espacio y yo revelo mi alma.

KHALIL GIBRAN

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