Estoy aquí,
reclamandole al silencio,
reclamandole a la noche,
las suturas de mi carne,
las suturas de mi alma,
Reclamo furioso dolido
a la nada...
Reclamo las carencias sin sentido,
las estupidas caídas,
los sueños perdidos...
Alzo los brazos y a puño cerrado
reclamo esta dolencia que no para...
Irónico es,
que no le puedes reclamar
a la vida...[porque es la tuya},
ni al pasado[porque ya paso],
ni a Dios...{porque quizás no existe).
2 comentarios:
Alba querida!
Y qué hace uno con tanto dolor cuando siente que no le puede reclamar nada a nadie?
Es tragárselo y lamer las heridas en soledad, hasta que amanezca, otra vez...
Querida Lucecita,esa es la maravilla de la obscuridad siempre amanece otra vez!!! Un fuerte abrazo!
Publicar un comentario