martes, 29 de enero de 2008

La invitación amable...



Acércate, poeta; mi alma es sobria,
de amor no entiende, del amor terreno,
su amor es mas altivo y es más bueno.

No pedirá los besos de tus labios.
No beberá en tu vaso de cristal,
el vaso es frágil y ama lo inmortal.

Acércate, poeta sin recelos ...
ofréndame la gracia de tus manos,
no habrá en mi antojo pensamientos vanos.

¿Quieres ir a los bosques con un libro,
un libro suave de belleza lleno?
Leer podremos algún trozo ameno.

Pondré en la voz la religión de tu alma,
religión de piedad y de armonía
que hermana en todo con la cuita mía.

Te pediré me cuentes tus amores
y alguna historia que por ser añeja
nos dé el perfume de una rosa vieja.

Yo no te diré nada de mi misma
porque no tengo flores perfumadas
que pudieran así ser historiadas.

El cofre y urna de mis sueños idos
no se ha de abrir, cesando su letargo,
para mostrarte el contenido amargo.

Todo lo haré buscando tu alegría
y seré para ti tan bondadosa
como el perfume de la vieja rosa.

¿La invitación está ... sincera y noble.
Quieres ser mi poeta buen amigo
y sólo tu dolor partir conmigo?...

Alfonsina Storni

Foto de wikipedia.

lunes, 21 de enero de 2008

DOS LOBOS



Dos lobos +


Un anciano Cherokee enseñaba a su nieto acerca de la vida. "Una pelea
pasa dentro de mí", le dijo al chico.

"Es una pelea terrible y es entre dos lobos. Uno es malo - el es la
ira, la envidia, la pena, la avaricia, la arrogancia, la autocompasión,
la culpa, el resentimiento, la inferioridad, las mentiras, el falso
orgullo, la superioridad, y el ego".

Continuó, "El otro es bueno - el es la alegría, la paz, el amor, la
esperanza, la serenidad, la humildad, la bondad, la benevolencia, la
empatía, la generosidad, la verdad, la compasión, y la fe. La misma
pelea pasa dentro de ti - y dentro de cada persona, también".

El nieto pensó acerca de ello por un momento y entonces preguntó a su
abuelo, "¿Cuál lobo ganará?".

El anciano Cherokee simplemente contestó:

"El que tú alimentes".



Leyenda Cherokee

viernes, 18 de enero de 2008

LA NOCHE Y EL LOCO




SOY COMO TÚ, ¡oh Noche!: oscuro y desnudo. Ando por el llameante sendero que se extiende sobre el sueño de mi vida, y doquiera pise mi pie la tierra, brota allí un gigantesco encino.

--No, tú no eres como yo, ¡oh Loco! porque aun miras hacia atrás para ver cuán grande es la huella de tus pies en la arena.

--Soy como tú, ¡oh Noche!: silencioso y profundo y en el corazón de mi soledad hay una diosa en alumbramiento y en el que está naciendo, se tocan el Cielo y el Infierno.

--No, tú no eres como yo, ¡oh Loco! porque aun tiemblas ante el dolor y la canción del abismo te espanta.

--Soy como tú, ¡oh Noche!: salvaje y terrible, porque mis oídos están repletos de gemidos de naciones conquistadas y con suspiros de reinos olvidados.

--No, tú no eres como yo, ¡oh Loco! porque aun tienes por camarada a tu Yo pequeño, y no puedes ser amigo de tu Yo gigante.

--Soy como tú, ¡oh Noche!: cruel y terrible; porque mi pecho está encendido por naves que arden en el mar y mis labios están húmedos con la sangre de los guerreros muertos.

--No, tú no eres como yo, ¡oh Loco! porque aun te domina el deseo de un espíritu hermano, y no has llegado a ser una ley para ti mismo.

--Soy como tú, ¡oh Noche!: Alegre y feliz; porque aquel que habita en mi sombra, está ahora ebrio con vino virgen, y aquella que me sigue peca jubilosamente.

--No, tú no eres como yo, ¡oh Loco! porque tu alma está envuelta en el velo de siete pliegues y no llevas tu corazón en tus manos.

--Soy como tú, ¡oh Noche!: paciente y apasionado; porque en mi pecho, mil amantes muertos están sepultados en sudarios de besos marchitos.

--¡Oh Loco! ¿Eres en verdad, como yo? ¿Eres como yo? ¿Puedes tomar la tempestad por montura y empuñar el relámpago como espada?

--Como tú ¡oh Noche! como tú: alto y poderoso; y mi trono está edificado sobre montones de dioses caídos; y ante mí también pasan los días para besar los bordes de mi vestido, pero jamás para mirarme al rostro.

--¿Eres como yo, oh hijo de mi más oscuro corazón? ¿Y piensas mis indomados pensamientos y hablas mi vasto lenguaje?

--Sí, como hermanos gemelos, ¡oh Noche! porque tú revelas el espacio y yo revelo mi alma.

KHALIL GIBRAN

jueves, 17 de enero de 2008

AMANTES



AMANTES

una flor
no lejos de la noche
mi cuerpo mudo
se abre
a la delicada urgencia del rocío


Alejandra Pizarnik

viernes, 11 de enero de 2008

SOLEDADES



SOLEDADES

Ellos tienen razón
esa felicidad
al menos con mayúscula
no existe
ah pero si existiera con minúscula
sería semejante a nuestra breve
presoledad

después de la alegría viene la soledad
después de la plenitud viene la soledad
después del amor viene la soledad

ya sé que es una pobre deformación
pero lo cierto es que es ese durable minuto
uno se siente
solo en el mundo

sin asideros
sin pretextos
sin abrazos
sin rencores
sin las cosas que unen o separan

y en esa sola manera de estar solo
ni siquiera uno se apiada de uno mismo
los datos objetivos son como siguen

hay diez centímetros de silencio
---------- entre tus manos y mis manos
una frontera de palabras no dichas
---------- entre tus labios y mis labios
y algo que brilla así de triste
---------- entre tus ojos y mis ojos

claro que la soledad no viene sola

si se mira por sobre el hombro mustio
de nuestras soledades
se verá un largo y compacto imposible
un sencillo respeto por terceros o cuartos
ese percance de ser buenagente

después de la alegría
después de la plenitud
después del amor
viene la soledad

conforme
pero
qué vendrá después
de la soledad

a veces no me siento
tan solo
si imagino
mejor dicho si sé
que más allá de mi soledad
y de la tuya
otra vez estás vos
aunque sea preguntándote a solas
que vendrá después
de la soledad

MARIO BENEDETTI

miércoles, 9 de enero de 2008

viernes, 4 de enero de 2008

MECIENDO...





MECIENDO

El mar sus millares de olas
mece, divino.
Oyendo a los mares amantes,
mezo a mi niño.
El viento errabundo en la noche
mece los trigos.
Oyendo a los vientos amantes,
mezo a mi niño.
Dios Padre sus miles de mundos
mece sin ruido.
Sintiendo su mano en la sombra
mezo a mi niño.



Gabriela Mistral