PETALOS QUEMADOS
viejo aroma que vuelve de repente
un rostro amado,solo,entre sombras,
algún cadáver de uno levántandose
del polvo,de alguna abandonada soledad
que estaba aquí en nosotros:
esta tarde tan triste,tan triste,tan triste.
Si te sacas los ojos y los lavas
en el agua purísima del llanto,
¿Por què no el corazón
ponerlo al aire,al sol, un rato?
Jaime Sabines
No hay comentarios.:
Publicar un comentario